Las inspecciones de instalaciones eléctricas son procedimientos fundamentales para garantizar que estas se encuentren en condiciones óptimas de seguridad y funcionamiento. Una vez realizada la inspección, es necesario presentar cierta documentación que refleje el estado de la instalación y el cumplimiento de la normativa vigente. A continuación, se detalla la documentación requerida y su propósito, así como los conceptos clave que deben entenderse para llevar a cabo este proceso de manera adecuada.
Tipos de Inspección
Las inspecciones eléctricas pueden ser iniciales, realizadas antes de poner en servicio una instalación nueva, o periódicas, que se llevan a cabo de forma regular para asegurar que las instalaciones continúan cumpliendo con los requisitos de seguridad. Además, existen inspecciones extraordinarias que se efectúan cuando se han producido modificaciones significativas o tras un incidente que pueda haber afectado a la instalación.
Inspección Inicial
Este tipo de inspección se realiza antes de que la instalación entre en funcionamiento para verificar que cumple con todas las exigencias normativas. La documentación generada debe ser entregada a la autoridad competente para obtener el certificado de puesta en servicio.
Inspección Periódica
Se lleva a cabo de acuerdo con los plazos establecidos por la normativa vigente, dependiendo del tipo de instalación (por ejemplo, instalaciones en locales de pública concurrencia, instalaciones industriales, etc.). Su objetivo es asegurar el mantenimiento adecuado y la seguridad continuada de la instalación.
Inspección Extraordinaria
Esta se efectúa cuando ha ocurrido un incidente (como un incendio o cortocircuito) o se han realizado modificaciones importantes en la instalación. Su objetivo es garantizar que la instalación sigue siendo segura y operativa.
Documentación a Presentar Tras la Inspección
1. Certificado de Inspección
El certificado de inspección es el documento principal que emite el Organismo de Control Autorizado (OCA) tras la inspección. Este documento debe incluir:
- Identificación de la instalación: Dirección, propietario y tipo de instalación.
- Fecha de la inspección: Día en que se realizó la inspección.
- Descripción del estado de la instalación: Se indican los elementos revisados, así como su estado y funcionamiento.
- Defectos encontrados: Se detallan las posibles deficiencias detectadas durante la inspección y su clasificación (defectos leves, graves o muy graves).
- Plazo para la subsanación de defectos: En caso de que se detecten defectos, se establece un periodo para corregirlos.
2. Informe Técnico de la Inspección
El informe técnico es un documento complementario que proporciona un análisis detallado del estado de la instalación. Debe incluir:
- Descripción de la instalación: Tipo de instalación, año de construcción, reformas realizadas, entre otros.
- Metodología de la inspección: Procedimientos y normas aplicadas durante la revisión.
- Resultados de las pruebas: Valores medidos de aislamiento, continuidad y resistencia de la instalación.
- Análisis de los defectos: Explicación detallada de cada defecto detectado, su posible causa y recomendaciones para su corrección.
3. Planos y Esquemas Unifilares
Es esencial presentar los planos de la instalación y los esquemas unifilares actualizados que reflejen la disposición de los circuitos, puntos de luz, interruptores y protecciones. Estos documentos ayudan a entender la distribución y estructura de la instalación, facilitando la identificación de problemas y la planificación de mejoras o reparaciones.
4. Certificado de Instalación o Boletín Eléctrico
El boletín eléctrico es un documento expedido por el instalador autorizado que certifica que la instalación ha sido ejecutada conforme a la normativa vigente y que es segura para su uso. Este documento suele ser requerido tanto en inspecciones iniciales como en modificaciones significativas de la instalación.
5. Certificado de Subsanación de Defectos
Si durante la inspección se identificaron defectos que debían ser corregidos, una vez subsanados, se debe emitir un certificado de subsanación. Este documento indica que los defectos detectados han sido corregidos conforme a las indicaciones del OCA y que la instalación cumple con los requisitos normativos.
Normativa de Referencia
La documentación generada tras una inspección debe cumplir con lo estipulado en el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) y sus Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC). Algunas de las normativas relevantes incluyen:
- ITC-BT-05: Relativa a verificaciones e inspecciones de instalaciones de baja tensión.
- ITC-BT-03: Normas para instaladores y empresas instaladoras de baja tensión.
- Real Decreto 842/2002: Reglamento electrotécnico para baja tensión.
Estas normativas definen los requisitos técnicos y de seguridad que deben cumplir las instalaciones y la documentación correspondiente para acreditar su conformidad.
Formato y Entrega de la Documentación
Formato Digital o Impreso
La documentación puede presentarse en formato digital o impreso, según lo requiera la autoridad competente o el organismo encargado de la inspección. Es recomendable mantener copias de todos los documentos para facilitar futuras inspecciones o trámites relacionados con la instalación.
Entrega a la Autoridad Competente
Toda la documentación debe ser entregada a la autoridad competente, que puede ser el organismo de control autonómico o la entidad responsable de la seguridad industrial. Esto es fundamental para obtener la autorización de puesta en servicio o validar la subsanación de defectos detectados durante la inspección.
Resumen
Presentar la documentación adecuada tras una inspección es crucial para asegurar la conformidad de la instalación eléctrica con la normativa vigente y para la seguridad de los usuarios. Incluir certificados de inspección, informes técnicos, planos actualizados y certificados de subsanación permite demostrar que la instalación cumple con los estándares de seguridad y funcionamiento requeridos por la legislación vigente.